REPORTE DE INVESTIGACIÓN
Resiliencia en marcha
Convertir la adversidad en una ventaja para la ingeniería, el suministro, la producción y las operaciones
5 MINUTOS DE LECTURA
13 junio 2023
REPORTE DE INVESTIGACIÓN
Convertir la adversidad en una ventaja para la ingeniería, el suministro, la producción y las operaciones
5 MINUTOS DE LECTURA
13 junio 2023
Con disrupciones casi constantes, los ejecutivos conocen perfectamente el impacto devastador que la falta de resiliencia en ingeniería, suministro, producción y operaciones puede tener en sus empresas.
$1.6T
de oportunidad de crecimiento de ingresos que no se materializa cada año.
+3.6%
de crecimiento adicional de ingresos que las empresas más resilientes pudieron capturar en comparación con sus competidores menos resilientes.
17%
de la empresas afirma que cuenta con una fuerza laboral polivalente en la actualidad.
40%
de incremento de los plazos desde que se realiza el pedido hasta la entrega en los últimos 2 años.
Muchas empresas respondieron rápidamente a la reciente ola de disrupciones con soluciones a corto plazo, aplicándolas rápidamente a redes globales complejas diseñadas para conseguir eficiencia en los costos y entregas puntuales. Otras han recurrido a estrategias reactivas, como la acumulación de inventario, lo que ha supuesto un coste: Los inventarios utilizados en la producción han alcanzado un valor de 1,9 billones de dólares.1 A medida que la disrupción se convierte en algo habitual, está claro que es necesario adoptar la resiliencia para afrontar mejor las crisis y aprovechar las oportunidades que nos brindan a fin de obtener una ventaja competitiva. Pero, ¿cómo pueden conseguir esto las empresas?
Un nuevo estudio de Accenture ha determinado que las empresas más resilientes lograron un 3,6 % más de crecimiento que sus competidores menos resilientes, lo que les dio una clara ventaja de rendimiento a la hora de afrontar las disrupciones. Estas empresas mejor equipadas también pudieron crecer de manera más rentable, logrando 1,2 puntos porcentuales (pp) adicionales en el margen EBIT en comparación con sus homólogas. Estas empresas más resilientes han invertido en la combinación adecuada de capacidades centradas en la resiliencia y han logrado mejores resultados comerciales gracias a ello.
Las turbulencias de los últimos años han obligado a muchas empresas a abordar las vulnerabilidades de sus altamente globalizadas redes de suministro y producción. Nuestro estudio nos muestra que las empresas van a ir reduciendo su dependencia del abastecimiento exclusivo de materias primas estratégicas en los próximos tres años. También se está recuperando el abastecimiento regional. Las cifras aumentarán del 38% de los encuestados actuales que se abastecen principalmente a nivel regional, al 65% en los próximos tres años.
Los líderes también están dando prioridad a los centros de proximidad, que concentran las instalaciones de producción y ventas dentro de la misma región, para agilizar la logística, mejorar la gestión de inventario y acelerar la respuesta a la demanda del mercado. Descubrimos que se espera que la fabricación de productos en múltiples plantas aumente del 41% actual al 78% en los próximos tres años. Este aumento se alinea con la creciente preferencia por producir bienes dentro de la misma región de venta, que se prevé que alcance el 85% en tres años, frente al 43%.
Además del abastecimiento regional y de la producción basada en la proximidad, en la actualidad las empresas están explorando activamente la reubicación y relocalización para reducir su dependencia de un país, región o proveedor específico.
Incorporar opciones de producción y de cadena de suministro nuevas y variadas garantiza mayores oportunidades para ser resilientes ante los cambios. Sin embargo, a medida que se diversifican las redes de suministro crece la complejidad, aparecen más silos, y las empresas se ven rápidamente forzadas a operar con distintas normativas legales en múltiples regiones y fronteras. Por lo tanto, al realizar cambios importantes para eliminar riesgos en las redes, es importante evaluar la madurez digital de la organización, con el fin de desbloquear mejor el valor y evitar crear más problemas.
Afortunadamente, la acelerada innovación tecnológica de los últimos años ofrece amplias oportunidades para que empresas de todos los tamaños avancen en su madurez digital y aborden las disrupciones de forma estratégica.
Establecer la resiliencia requiere un replanteamiento total del modelo operativo y empresarial: una estrategia que abarque a toda la empresa y que prepare el escenario para una oleada de cambios transformadores. En el mundo actual, impulsado por el consumo y la tecnología, y sometido a rápidos cambios, las empresas que deseen generar nuevo valor y transformarse deberán invertir y ampliar su madurez a través de 31 capacidades centradas en la resiliencia.
Impulsadas por datos, por la tecnología digital y por la inteligencia artificial, estas capacidades permitirán a las organizaciones realizar grandes cambios, aumentando los ingresos y reduciendo los costos al mismo tiempo.
De esta lista de 31 capacidades, sugerimos que las empresas prioricen la inversión en las 11 capacidades emergentes mejor alineadas con mejores resultados de resiliencia: las capacidades de Resiliencia 2.0.
$1B
Inversión promedio total en producción y resiliencia de la cadena de suministro, basada en un tamaño promedio de 23.000 millones de dólares de las empresas que encuestamos.
Herramientas de análisis estructuradas para predecir fluctuaciones de la demanda.
Segmentación proactiva de clientes para arbitrar la demanda.
Gemelos digitales aprovechados con un enfoque colaborativo.
Actualización continua de la oferta, para adaptarse a las necesidades del cliente.
Enfoques de diseño ecológico, para incorporar la sostenibilidad en el diseño.
Líneas de producción hiperflexibles y automatizadas.
Planificación dinámica y basada en datos, con capacidades de escenarios hipotéticos.
Detección predictiva temprana de problemas operativos.
Toma de decisiones descentralizada y transparente, cercana a la ejecución.
Capacidades de experiencia remota que aprovechan AR, VR y más.
Contar con una fuerza laboral versátil y con múltiples habilidades en toda la cadena de suministro, producción y operaciones para facilitar la reasignación de recursos.
Invertir en estas capacidades de Resiliencia 2.0 permitirá a las empresas anticiparse a los retos y responder a las disrupciones de forma rápida y efectiva, consiguiendo garantizar la continuidad y el crecimiento del negocio. Hemos identificado tres acciones para ayudar a construir una hoja de ruta:
1.
Invertir en visibilidad, previsibilidad y tecnología centrada en la continuidad del negocio
2.
Adoptar capacidades de ingeniería para la identificación y prevención de problemas en una etapa temprana, para incorporar la resiliencia en el diseño
3.
Desarrollar un personal laboral polivalente, a fin de mejorar la agilidad
El número de ejecutivos que mejoran su resiliencia invirtiendo en reubicación de instalaciones, automatización y digitalización aumentará en los próximos tres años, oscilando entre 2,5 y 4 veces los niveles de inversión actuales. Actualmente representan el 4,5 % de los ingresos promedio o poco más de 1.000 millones de dólares. Las empresas también están equilibrando sus inversiones en relocalización y reubicación gracias al desarrollo de su madurez digital, incluida una mayor automatización. Sin embargo, los grandes planes aún no se traducen con seguridad en una ventaja competitiva.
¿Por qué? Se trata de cambios grandes y costosos que no se llevan a cabo con frecuencia. Como resultado, cualquier decisión tomada hoy debe resistir la prueba del tiempo. ¿Qué requisitos existen? Una visión convincente y una toma de responsabilidades clara que respalden cualquier inversión, para garantizar que proporcionen tanto valor a corto plazo como una base para la transformación a largo plazo.
Entonces, ¿cómo pueden las empresas implementar acciones que generen resiliencia en ingeniería, suministro, producción y operaciones?
Evaluar las capacidades actuales dentro de cada una de las áreas de alcance, para identificar las carencias.
Desarrollar una visión a largo plazo sobre cómo podría ser una función resiliente en el futuro, y organizar talleres colaborativos de puertas abiertas, para compartir la visión e repetirla según sea necesario.
Revisar las necesidades de inversión de forma holística. ¿Están equilibradas las inversiones en reubicación, digitalización y automatización para generar resultados?
Desarrollar la gobernanza financiera y ejecutiva, de forma que los presupuestos y las soluciones de TI y OT puedan combinarse para optimizar y acelerar la madurez digital.
Quienes inviertan en el desarrollo de capacidades de resiliencia y en la base digital que las respaldan capturarán la cuota de mercado de las empresas que se retrasen. El momento de invertir es ahora, y a un ritmo acelerado, antes de que llegue el próximo acontecimiento disruptivo.