A. Influencia de las
organizaciones en los clientes
Las marcas necesitan replantearse sus comunicaciones con los clientes en todos los
puntos de interacción, incluyendo antes y después de la compra.
Como mínimo, la sostenibilidad debe estar presente en el punto en que se toma la
decisión. Por ejemplo, se pueden introducir medidas para que la gente pueda ver
fácilmente cuál es la decisión “correcta”, como la etiqueta ambiental de
Foundation Earth3. Es importante que la
decisión se pueda tomar sin necesidad de ser un experto en clima y que no oculte ninguna
consecuencia negativa. Las marcas también tienen que poner las cosas en contexto, ya que
la gente necesita una referencia para saber lo que es “bueno”.
Ecolytiq4 y
Doconomy5, por ejemplo, ayudan a los
clientes a comparar su huella de carbono con la de un ciudadano medio. Conocer las
emisiones de carbono de su supermercado en comparación con las de personas similares
hizo que muchos de los participantes en nuestro estudio reflexionaran sobre sus hábitos
de consumo.
B. Productos y servicios de las organizaciones
Aunque no sea su máxima prioridad, las organizaciones deben incorporar la sostenibilidad
al desarrollo de productos y al diseño de servicios. Una forma de hacerlo es innovar el
modelo de negocio; por ejemplo, con una propuesta que ayude a los clientes a ahorrar
dinero y que tenga la sostenibilidad como beneficio añadido. Es importante elegir bien
la propuesta de valor: la sostenibilidad no puede suponer una pérdida de calidad,
eficacia y comodidad y, como en cualquier buena estrategia de marketing, las marcas
deben adaptar lo que proponen sus productos y servicios al público y la cultura a los
que van dirigidos.
C. Relación de las organizaciones con personas, partners y organismos
reguladores
Para salir del punto muerto, las organizaciones también necesitan ser más proactivas a
la hora de decidir con quién se relacionan y cómo. Desde el punto de vista de los
clientes, eso significa aceptar la complejidad de las relaciones humanas tomando
decisiones sostenibles, sobre todo en lo referente a ventajas y desventajas. Desde el
punto de vista de la colaboración, las organizaciones tienen que colaborar con más
partners y competidores para impulsar cambios en espacios (competitivos o no) que
beneficien a todos, como la etiqueta ambiental desarrollada por Foundation Earth con
importantes empresas de retail. Finalmente, las empresas podrán aprovechar estas
colaboraciones para crear entornos y expectativas que impulsen la sostenibilidad. Por
ejemplo, muchas empresas están presionando a la UE para que ponga fin a la venta de
vehículos de gasolina y diésel en 2035
6.